martes, 20 de agosto de 2013

Santa Fe originario

La provincia de Santa Fe, durante el mes de julio, fue protagonista de dos importantes acontecimientos para los pueblos originarios de Argentina. En San Javier se realizó un encuentro al que asistieron comunidades de todo el país. Y la ciudad de Rosario recibió a Félix Díaz, que recorrió barrios, se movilizó y dio charlas durante tres días.




San Javier, tierra del Último Malón

“Nosotros los Mocovíes, que recorríamos nuestros bosques, nuestros ríos, nuestras tierras, nuestras islas libremente hasta la profundidad del Chaco, disponiendo de vacas y caballos que criábamos, hoy no tenemos ni un trozo de tierra donde cavar nuestras tumbas, ni un pájaro para disfrutar su canto, ni un lugar para cazar, ni pesca, ni ríos. Todo está alambrado, todo está ‘privado’. Nos dispersaron en lugar y en tiempo, esclavizaron a nuestras mujeres y niños, mataron a nuestros hermanos, pero a pesar de todo, de la destrucción y el genocidio a través de este último siglo, seguimos luchando y no nos han vencido. ¡Estamos de pie!”. De esta manera convocó el pueblo Mocoví de la localidad santafesina de San Javier a las comunidades de todo el país para reunirse en el 7° Encuentro de Naciones y Pueblos Originarios los pasados 13 y 14 de julio.

“El pueblo Mocoví de la localidad santafesina de San Javier convocó a las comunidades de todo el país para reunirse en el 7° Encuentro de Naciones y Pueblos Originarios”

El lugar elegido para el encuentro cuenta con una mística especial que le aporta un gran significado a la lucha actual de los pueblos indígenas. En esa localidad, en plena consolidación del Estado nacional y en un contexto cada vez más opresivo, el pueblo Mocoví que había resistido durante siglos a los colonizadores protagonizó lo que algunos llamaron el “Último Malón”, en 1904. A esa nueva lucha se sumaron indígenas que iban llegando desde otras localidades, alumbrados por la llama de esperanza que nacía en ese grito por recuperar sus tierras, cansados de la miseria y la explotación. Sin embargo, el malón fue derrocado militarmente. Pero los descendientes de aquella gesta heroica y libertaria aún no se dieron por vencidos.

Pasaron más de cien años y muchas de esas luchas, y otras nuevas, siguen aún vigentes. En el encuentro que reunió a alrededor de 500 indígenas de distintos puntos del país se realizaron diferentes talleres en los que se trabajaron las problemáticas de tierras, leyes, educación bilingüe, el rol de las mujeres y los jóvenes, la salud y la producción y el trabajo. Hubo reiteradas denuncias a la violencia y los asesinatos sufridos por los miembros de las comunidades que resisten, un homenaje al dirigente chaqueño Mártires López, muerto en un dudoso accidente que no ha sido esclarecido aún. Además, se plasmaron diferentes propuestas, denuncias, urgencias y algunos pasos a seguir. La unidad de las comunidades fue un sentimiento compartido.

Tierra y leyes

La lucha por la tierra está siempre presente en cada uno de los reclamos de los Pueblos Originarios. Porque es la lucha que contiene todo lo demás. Dentro del taller “Tierra y Territorio”, las comunidades compartieron las diferentes experiencias y remarcaron la necesidad de conocer las legislaciones vigentes, el cumplimiento de las mismas, y dejaron en claro que siempre se debe continuar con la lucha, ya que la realidad muestra como muchas leyes no son respetadas. “Es importante que lo jurídico siempre esté acompañado de planes de lucha, ya que existen leyes pero éstas no se cumplen y muchas veces se contraponen”, dijo en una entrevista realizada por la Cooperativa de Comunicación La Brújula, la representante mapuche Margarita Peñalillo.

“La lucha por la tierra está siempre presente en cada uno de los reclamos de los Pueblos Originarios”

En 2006, el Congreso de la Nación sancionó la Ley Nº 26.160 que declara la emergencia en materia de “posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas, suspende la ejecución de sentencias, actos procesales o administrativos, cuyo objeto sea el desalojo o desocupación de las tierras”. Además, durante los primeros tres años de vigencia, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) debía realizar el relevamiento catastral de las tierras. Esto nunca se concretó, y en noviembre de 2009 se prorrogaron los términos por otros cuatro años mediante la Ley Nº 26.554, que tiene vigencia hasta el 23 de noviembre de 2013. Casi siete años pasaron y el nivel de ejecución de los relevamientos es muy bajo y arrastra denuncias por parte de comunidades y diferentes organizaciones.

“Pedimos la derogación de la ley Nº 26.160, ya que el INAI se gastó el 80% del presupuesto, y ha relevado el 25%, del cual sólo el 12% tiene las carpetas. Son carpetas en las que el Estado reconoce que esas son nuestras tierras pero no tenemos los títulos comunitarios, ni individuales. Por eso nuestro reclamo es que se termine de relevar las tierras y que se entreguen los títulos de las mismas”, denunció Peñalillo, dirigente del movimiento Naciones y Pueblos Originarios en Lucha.

Mientras tanto, los desalojos continuaron en diferentes provincias con total impunidad y algunos cada vez más violentos, llevándose varias vidas. “Tenemos un fuerte reclamo por el castigo a los responsables por la muerte de nuestros hermanos por luchar por la tierra. Este gobierno kirchnerista tiene más de 14 muertos en tres años”, explicó la dirigente mapuche a La Brújula.

Otro gran debate se dio en torno a la reforma del Código Civil y la representación legal de las comunidades. “Lo que perseguimos es la personería jurídica de carácter público. Dentro de Argentina se está entregando la personería jurídica para las comunidades indígenas al nivel de una asociación civil, con todos los contratiempos que eso significa para organizarnos ya que nuestra cosmovisión, nuestra forma de pensar y de existir, no tiene nada que ver con algo que implicaría por ejemplo a un club de fútbol”, denunció uno de los participantes del taller.

En el taller se fueron plasmando, discutiendo y tratando de resolver algunas problemáticas que atraviesan distintas comunidades en torno a la tierra y situaciones desfavorables en materia legal. Algunos ejemplos fueron los de las comunidades que en Chaco están luchando contra la entrega de 220 mil hectáreas a capitales árabes, comunidades de San Pedro en Jujuy que resisten ser desalojadas y la lucha por recuperar el territorio ancestral Punta Querandí en Buenos Aires.

Educación y papel femenino

En varios de los talleres se trató la problemática en torno a la inclusión y a la enseñanza bilingüe. Los jóvenes son los más preocupados al verse más afectados que los adultos, ya que es una de las principales fuentes de deserción escolar. La Constitución Nacional y la Ley de Educación contemplan la educación bilingüe, sin embargo existen muy pocas experiencias en la actualidad.

En los talleres se planteó un proyecto para los “maestros bilingües interculturales idóneos”, que sean elegidos por las mismas comunidades, que ya están capacitados sin necesidad de estudios por saber leer y escribir, y abriendo la posibilidad de que los ancianos vuelvan a enseñar a las comunidades desde el idioma nativo. Este proyecto fue presentado como un medio de inclusión, reconocimiento y respeto. Además remarcaron la necesidad de becas y kits educativos.

Las mujeres originarias discutieron problemáticas que les toca vivir a diario y plasmaron sus principales necesidades y pedidos en clave de madres. La necesidad de educación para sus hijos, no sólo de educación formal y bilingüe, sino también sexual, sobre las altas tasas de maternidad en las adolescentes de sus comunidades. Las más de 200 mujeres hicieron hincapié en la necesidad de “no quedarse en casa”, salir a luchar por sus derechos. Asimismo, acordaron crear la Red Nacional de Mujeres Originarias para poder mantenerse comunicadas y que sus reclamos no pierdan fuerza.

Luchas que vienen

Al finalizar el 7° Encuentro al que asistieron comunidades wichis, guaraníes, mapuches, tehuelches, aymaras, quechuas, rankulches, mocovíes, qom, kollas, comechingones, querandíes, huarpes y diaguitas, se realizó la elección del lugar del próximo encuentro. La provincia de Chaco fue la elegida para sede de la siguiente reunión, en julio de 2014. Unánimemente se aprobó llevar todas las reivindicaciones y propuestas salidas a partir de las discusiones y talleres a las autoridades nacionales el próximo 11 de octubre y luego marchar hacia Plaza de Mayo.

“Se aprobó llevar todas las reivindicaciones y propuestas salidas a partir de las discusiones y talleres a las autoridades nacionales el próximo 11 de octubre y luego marchar hacia Plaza de Mayo”

La comunidades marcharan pidiendo que se termine la persecución y muerte de “los hermanos originarios de Chaco, Formosa y Santiago del Estero”, investigación y castigo a los responsables políticos y materiales de los caídos en la lucha por la tierra, reparación a los pueblos originarios por el Estado, derogación de la Ley Antiterrorista, no a la reforma del Código Civil, personería jurídica para todas las comunidades que la soliciten y prórroga de la Ley 26.160 y entrega de títulos de propiedad comunitaria, y que el Gobierno Nacional reciba a los Pueblos Originarios.

El 11 de octubre es el “último día de libertad” de los Pueblos Originarios, dicen por ahí. Ese día muchas comunidades marcharan acercándose más a esa libertad perdida, en unidad, en la histórica Plaza de Mayo, por otro futuro, más digno, en el que sean escuchados y respetados.

Félix Díaz en Rosario

Poco más de una semana después del Encuentro en la localidad santafesina, el qarashé de la comunidad Potae Napocna Navogoh (La Primavera) de Formosa, Félix Díaz llegó a Rosario.

El jueves 25 de julio, cerca del mediodía, el referente de la lucha del pueblo Qom en Formosa dio una conferencia de prensa, junto a otros referentes de la ciudad, en la que hizo un repaso de algunas luchas y denuncias. “Lo que estamos haciendo acá es hacer más visible nuestra existencia”, comentó Félix con su voz tranquila, y con algo de optimismo afirmó que por las diferentes iniciativas de los pueblos originarios, esto está sucediendo.

Félix se mostró muy contento por el recibimiento en la ciudad e hizo un llamado de atención a los indígenas de la provincia de Santa Fe: “Invito a los hermanos que se animen a dar su cara, que no se sigan ocultando, porque somos seres humanos, tenemos los mismos derechos que cualquier ciudadano”.

Ya es evidente que la figura de Félix Díaz se volvió muy importante para los originarios en el país, que su lucha trascendió las fronteras y que demostró tener grandes convicciones y valores. Esta situación, que incomoda al Estado provincial y al gobierno nacional, hizo que aparezcan campañas para desprestigiar su lucha, relacionarlo a figuras políticas, medios de comunicación y hasta subestimarlo pretendiendo que sólo es usado con fines políticos. “Nosotros no buscamos adversarios, pero aparecen solos y tratan de menospreciar la lucha de los pueblos indígenas”, expresó Félix.

El líder Qom remarcó la necesidad de cambios profundos, de una verdadera respuesta: “No podemos seguir muriendo por la tuberculosis, muriéndonos de sed, mendigando becas, queremos participación en serio”. Además manifestó su deseo de una unidad y un cambio de conciencia de todos para parar el saqueo de las riquezas del país: “Porque lo que le dejamos a las futuras generaciones, a nuestros hijos y nietos, es la miseria. No queremos que se siga contaminando nuestro ambiente, el agua, nuestra salud”.

Durante su estadía de tres días, Félix recorrió barrios y asentamientos para observar la realidad de los indígenas, marchó por las calles rosarinas, visitó una nueva experiencia, la Universidad Intercultural Indígena Argentina, y compartió sus palabras en varias charlas.

El viernes por la mañana, marchó junto a los pueblos originarios y a organizaciones sociales para entregar un petitorio al gobierno provincial y otro al gobierno municipal. Luego se reunió con la intendenta Mónica Fein, a la que le entregó el petitorio. Los principales pedidos hacia la Municipalidad fueron: la creación de una Secretaría de Pueblos Originarios de Rosario, con funcionarios de la ciudad; la incorporación de promotores bilingües en los centros de salud y hospitales; la escrituración de las tierras de los barrios donde están asentadas las comunidades; y más viviendas.

Luego alcanzaron el petitorio para la provincia, en el que pidieron por la escrituración de las tierras y, principalmente, por la incorporación de un presupuesto genuino para el Instituto Provincial del Aborigen Santafesino (Ipas), ya que según denunciaron algunos referentes, cuenta con un presupuesto casi insignificante, y la instalación de una subsede en la ciudad.

Luego de marchar y de visitar los barrios, Félix dio una charla en ATE Rosario junto a otros dirigentes, donde expuso toda la lucha de su comunidad en Formosa. Al finalizar, se acercó a la Casa de la Memoria, donde el periodista Néstor Elías presentaba el libro “Algunos registros de la Lucha Qom”.

“Me gustaría explicar todo lo que siento y lo que quiero, pero a veces me confundo. A veces me desconcentro porque me provoca mucho dolor hablar de esto, de nuestra vida, y estar lejos de mi familia. Pienso en mi familia, si habrán comido algo, si estarán bien”, contó Félix con una voz triste y más pausada. Y agregó que es un gran esfuerzo, que muchas veces supera su propia fuerza, pero “es una lucha que se mantiene”.

Antes de despedirse, y relatar algunas historias de su cosmovisión, de su religiosidad, de todo lo que han perdido, el qarashé resaltó: “Esta lucha no es electoral, no es contra un gobierno. Es por recuperar los territorios robados. Sabemos que no va a ser fácil porque hay muchos intereses. Por eso le pedimos a cada uno de ustedes que nos ayuden, que nos motiven, que nos entiendan y que nos toleren. No sean espectadores, involúcrense, trabajen para ustedes y para los demás, no se queden encerrados. Todos debemos luchar por la vida, la humanidad entera. La lucha es de todos, no es solamente de los indígenas”.

Félix Díaz pasó por la provincia y su lucha sigue. Marchará con las comunidades el 11 de octubre a la Plaza de Mayo o acompañará la lucha desde donde esté. Los pueblos originarios están cada vez más unidos y más organizados. Eso molesta a muchos. Félix lo dejó bien claro: “El sistema capitalista no valora la vida, valora más el dinero que la vida del ser humano. No podemos pararnos de igual a igual frente a los gobernantes porque no tenemos recursos, pero tenemos mucha fuerza”.

Por Fabián Chiaramello
Fuente: Cooperativa de Comunicación La Brújula
- Publicado en la edición Nº37 de SURsuelo

No hay comentarios:

Publicar un comentario