El Planeta Tierra
Intacta
Actualmente en la Argentina y en particular en la provincia del Cordobazo se produce soja y fundamentalmente soja. Esto es igual a que por ejemplo a nuestro cuerpo por quince años lo alimentemos únicamente con pan. A este monocultivo hay que agregarle otro ingrediente: esas semillas son transgénicas, es decir, están manipuladas genéticamente para reducir los “riesgos” propios del ciclo de la naturaleza, evitar pérdidas y aumentar el rendimiento productivo. Claro que paliar esos riesgos genera otros: la soja transgénica es resistente a los herbicidas, se utilizan para eliminar hierbas y pasturas que compiten por agua y nutrientes con el cultivo de soja. Estos herbicidas contienen un principio activo: el glifosato, ese mismo que varias investigaciones nacionales e internacionales comprueban que es veneno.
La pregunta sería ¿por qué esa soja resiste al herbicida? Y averiguando descubrí que a esta semilla se le introduce un gen resistente al veneno. Uno de los herbicidas más conocidos es el RoundUp Ready que comercializa Monsanto, la multinacional líder en agro negocios. Así cierra este negocio redondo y con ello queda el ciclo de la naturaleza alterado, dañado e inclusive nosotrxs. Como si esto fuera poco ahora hay un nuevo proyecto. En nuestra Córdoba, Monsanto quiere instalar una planta de tratamiento y acondicionamiento de semillas de maíz transgénicas. La semana pasada el gobernador De La Sota se sumaba a los festejos de CFK anunciando una inversión de la empresa de 1.600 millones de pesos para lograr una capacidad máxima de producción de 3,5 millones de hectáreas (2). La propuesta incluye también la creación de plantas experimentales, una ubicada en Tucumán y otra en Córdoba y 170 millones de pesos para investigación y desarrollo en maíz y soja. Con la instalación de estos emprendimientos se sigue profundizando el modelo extractivista, que esquilma nuestro suelo de nutrientes y agua, un modelo de agricultura sin agricultores, donde estos costos no son incluídos en el cálculo de la rentabilidad económica.
Intacta se llama la semilla que el monstruo quiere fabricar en mi lugar. Cuando busco en el diccionario la palabra, dice, Intacta: “que no ha sufrido alteración o daño”. Inmediatamente pienso en esa localidad de 13.000 habitantes, ubicada al este de la provincia, a 14 km del centro de la ciudad de Córdoba, atravesada por las dos únicas vías pavimentadas, la rutas nacional 19 y la provincial 88. Recuerdo sus calles de tierra, sus “lagunas naturales” estancadas, sus familias viviendo en un tanque viejo y el polvillo que entra en el colectivo amarillo luego de una hora de viaje hasta que llegás al lugar. Objetivamente hay datos que corroboran su situación socioeconómica, como señalara un diario local: “Según el Censo provincial 2008, el 20% de los hogares de Malvinas Argentinas tienen Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), el nivel más alto en el Gran Córdoba y muy por encima del 6,6 % promedio provincial. En la tercera sección de la localidad, la más postergada, un estudio de la Universidad de Villa María (de 2007) ubicaba debajo de la línea de pobreza a siete de cada 10 hogares” (3) ¿Quedará intacta Malvinas Argentinas luego de producir Intacta? ¿Será este el significado que estará pensando Monsanto para nuestra Córdoba profunda? Les propongo revisar el curriculum de Monsanto: en él encontramos el envenenamiento de ríos por arrojar desechos en la producción de PBC; la producción del Agente Naranja que –portando altas concentraciones de dioxina- exterminó a cientos de miles de vietnamitas y causó malformaciones en un número aún mayor de niños y niñas que fueron rociados durante la guerra; la producción de OGM (Organismos Genéticamente Modificados) o transgénicos (cuya utilización requiere del pago de aranceles por patentes); la elaboración del herbicida que mencionábamos más arriba, el RoundUp (directamente ligado al cáncer y al linfoma no-Hodgkin) que se utiliza para rociar organismos genéticamente modificados resistentes al glifosato, que es su ingrediente activo; la producción de la Hormona de Crecimiento Bovino (rBGH) que incrementa la producción de leche a costa de su disminución en calidad ya que debe ser bombardeada con antibióticos nocivos para la salud; la fabricación de sacarinas y aspartantes, que tienen efectos negativos para el organismo; etc. A lo mejor ante esta localidad que hace años está “intacta” por falta de políticas municipales, provinciales y nacionales le hace falta otra “Intacta”. La semilla del progreso. La semilla que nos hará más productivos. Parecida a esta semilla es la que sembraron en las cercanías de Barrio Ituzaingó Anexo, ese mismo que a estas horas lucha por los desastres que han hecho las fumigaciones en la salud y el hábitat de los vecinos. Afortunadamente -como las madres de barrio Ituzaingó- en Malvinas Argentinas existe una población que ha hecho otra historia. Fue una comisión de vecinos la que se organizó para conseguir electricidad, agua potable, los títulos de propiedad de las viviendas, entre otras cosas. Hace años que un colegio de Lasallanos construye educación popular con los niños y niñas del sector más carenciado, promoviendo la criticidad y la creatividad. Es esta la comunidad que si bien se llena de interrogantes ante la promesa laboral del progreso no está dispuesta a negociarla por la salud y el hábitat de la población y así lo afirman “Necesitamos los puestos de trabajo que promete generar, pero no los queremos si vienen a costa de dañar nuestro espacio, de contaminar” (...) “La gran pregunta sobre esta gran radicación es ¿vamos a un modelo de extracción de nuestros recursos naturales o de desarrollo inclusivo para toda la comunidad?”(4).
Un lugar en el mundo
Hay algo que queda claro en todo esto y es el lugar destinado para nuestra Córdoba en el mundo: ser su granero. Ya hemos escuchado esto en otros momentos de la historia del país, pero veamos cómo se reactualizaría esta propuesta. En primer lugar no podemos desconocer que asistimos a una crisis mundial que contempla tres aspectos: una crisis alimentaria, una crisis energética o medio ambiental y una crisis financiera. El modelo extractivo-exportador es la propuesta del imperialismo para Latinoamérica como respuesta a esas crisis, con el objetivo de seguir beneficiando al Capital en detrimento del presente y el futuro de lxs trabajadorxs y el pueblo. Economía verde es la denominación que aplica el imperialismo al proceso de crear nuevas mercancías a partir de la tierra, los bienes naturales y las funciones de la naturaleza. Así, en Argentina y específicamente en Córdoba, nuestros suelos, con sus nutrientes, su agua, sus bosques, su biodiversidad han sido desmantelados para cultivar soja que hoy se destina a la alimentación de los chanchos de China y al negocio de los agrocarburantes. Con el desarrollo de estas nuevas semillas, resistentes no solo a los pesticidas sino también a las sequías, se llegaría a una mayor producción y se ampliaría la frontera agropecuaria. De esta manera se va profundizando el modelo. Esto no es cuento, cada uno de los actores responsables lo ha explicitado:
-El imperialismo: Pablo Vaquero (vicepresidente de Monsanto aquí) al explicar los motivos por los que Argentina fue elegida para instalar su segunda planta más importante argumentó que junto a China, India, EEUU y Brasil serán los encargados de la alimentación del mundo. A partir del proyecto en curso refería “En la actualidad se están sembrando 4,5 millones de hectáreas de maíz, con lo que de esta manera estaríamos casi duplicando la producción de semillas en vistas de que se duplicará la producción de hectáreas de maíz en el país”(5). A su vez expresó que este país tiene políticas claras respecto al agro y aquí entra la complicidad con los actores locales. Finalmente planteó que para que no nos perjudiquemos con los agrotóxicos debemos usarlos con cuidado y listo.
-El gobierno nacional: hace 16 años el gobierno de Menem autorizó la siembra de soja transgénica con uso de agrotóxicos, sin ningún estudio que indicara los efectos que esto podría provocar. A partir de allí empresas como Monsanto y Cargill comenzaron la producción y comercialización de sus semillas modificadas genéticamente convirtiendo nuestro país en un gran desierto verde cuyas plantaciones arrasaron con montes y ecosistemas, terminaron con la tradicional riqueza y biodiversidad y dejaron en la ruina a miles de pequeños productores y campesinos(6). Desde la asunción de los Kirchner al gobierno, se extendieron 7 millones de hectáreas que hoy representan el 56% de la tierra cultivada en Argentina. En un artículo publicado en el diario Página 12 Mariano Féliz nos explica: "En la actualidad la soja ocupa el 50% de la superficie sembrada del país y es responsable de la mitad del volumen de granos cosechados (...) en menos de dos décadas la producción de soja transgénica ha desplazado violentamente la producción de alimentos (...)8 años (de este proyecto) solo han permitido acumular a la cúpula del sector vinculado a la producción agropecuaria no menos de 75 mil millones de dólares en rentas extraordinarias y al Estado Nacional alrededor de 55 mil millones de pesos en retenciones a las exportaciones, cuyo uso y destino no se condicen con los actuales indicadores socioeconómicos del país"(7). Si alguna duda queda sobre qué es lo que se quiere profundizar hay que echarle un vistazo al PEA 20-20 (Plan Estratégico Agroalimentario) que contempla el aumento de la producción transgénica en volumen (58%) y superficie de cultivo (27%); que lógicamente tendrá un profundo y negativo impacto consolidando el modelo de país extractivo-exportador basado en la agricultura industrial, pools de siembra, agrotóxicos, monocultivos, despoblamiento rural y enormes ciudades insustentables, avanzando a sangre y fuego en la frontera agrícola hacia territorios donde hoy las comunidades campesinas e indígenas están resistiendo desalojos.
-El gobierno provincial: la política provincial orientada hacia el agronegocio no es novedad. La instalación de Monsanto y de Bimbo en Malvinas Argentinas está relacionada con el Instituto de Planificación del Área Metropolitana (Iplam) que inició el ex gobernador Juan Schiaretti, dándole a esa zona un perfil industrial especializado en alimentos y agroindustria. El actual gobernador De la sota en el anuncio de la instalación de Monsanto en Córdoba, asumió que esta empresa estaba cuestionada internacionalmente sobre el impacto que su producción generaba en el medio ambiente pero sostuvo que cualquier intervención por parte del hombre a la naturaleza ya contamina y a estas alturas no podemos andar con taparrabos. Coherente con toda su política el pasado 9 de julio comunicó que le resolverá a esta empresa los problemas que se le presentan para transportar su producción, por lo cual avanzará en la autovía de la ruta 19 hasta Montecristo y completará una serie de obras de infraestructura, como ser una conexión entre las rutas 88 y 19 a la salida de Malvinas Argentinas para que el intenso movimiento logístico no afecte a esa ciudad (8).
Finalmente no podemos dejar de mencionar que otra de las medidas relacionadas al tema es la sanción que se realizó el año pasado en nuestra provincia de una Ley de Bosques que permite a los empresarios del agro seguir talando el escaso 5% de bosque nativo que queda.
Este cuento no acabó
Nuestra historia tiene otro final porque no esperamos que el principito venga desde otras tierras, iluminado, a alertarnos sobre la belleza de las flores. Por eso recuperamos una cantidad de principitxs que lucharon, pensaron y crearon otro mundo. Por años hombrecitos, mujercitas, niñas y niños, viejos y viejas fueron tejiendo otro cuento y a pesar de miles de intentos de aniquilarlos reviven en cada lucha colectiva. Ese es el hombre nuevo o mejor dicho esos son los seres vivos que hermanados con la naturaleza renacen y recrean otro mundo ¡otra Tierra! ¡Hay un pueblo que históricamente brilla! Resignificada vanguardia entonces que lejos de ser de otro planeta invita a ser protagonista en nuestro mundo. Y eso más que una cualidad es una responsabilidad. Tenemos la responsabilidad de pensar en nosotrxs y en la Tierra a la misma vez, no como algo separado. Transformemos y cambiemos todo, pero diferente, hacia el equilibrio. Sirvámonos de nuestra amplia biodiversidad. No subestimemos a la naturaleza y su capacidad creativa. Entendamos que la naturaleza puede vivir perfectamente sin nosotrxs, tal vez hasta mejor. Nuestra propuesta tiene que trascender la lucha meramente ambiental o la organización de la sociedad sin incluir a la naturaleza como parte de nuestra vida. Apuntamos a "una sociedad desenajenada en la que la economía sirva al ser humano y cuide a la naturaleza, en donde la producción sirva al Bien común y a los ecosistemas, en donde el ser humano se reconcilie con su entorno natural" Invitemos a "...cambiar el mundo y transformar la vida pues la limitación al productivismo/consumismo no sólo debe ser verdaderamente justa y democrática sino que debe apuntar a la transformación de las necesidades, de los valores, de los modos de vida, sustituyendo el “modo del tener” por el “modo de ser”..."(9) Aunémonos en ese recorrido, en esa pertenencia. El monstruo está en la puerta de nuestra casa y eso nos interpela como sujetos históricos. El imperialismo impulsa una ofensiva que explota y oprime a nuestra naturaleza y a lxs trabajadorxs y el pueblo por lo tanto hoy más que nunca las organizaciones que defienden la vida, los movimientos campesinos, los pueblos originarios, los estudiantes comprometidos, las feministas inconvenientes, las organizaciones sindicales clasistas, las organizaciones LGTB, los movimientos culturales, los movimientos ecologistas, los partidos políticos de la clase, debemos construir una herramienta política que proponga otro mundo posible y necesario donde hombres y mujeres seamos compañeros y hermanos en armonía con la naturaleza. Para que nuestra Tierra vuelva a ser nutriente de ese hombre creador que siembra en ella diversidad de especies para florecer otro mundo.
Paola Gaitán. Miembro de la Cátedra Che Guevara Córdoba.
Referencias
1- Lund Medina, Andrés. Nota aparecida en rebelión. 19 de Febrero de 2007. "A partir de Michael Lowy. Ecosocialismo o neobarbarie". http://www.rebelion.org/noticia.php?id=46712 .
2- Dávila, Diego. Nota aparecida en el diario La voz del interior. 22 de julio de 2012. http://www.lavoz.com.ar/monte-cristo/este-corredor-industria-alimentaria
3- Ripoll, Florencia. Nota aparecida en el diario Día a Día . 22 de julio de 2012. http://www.diaadia.com.ar/cordoba/siembra-monsanto-esperanza-miedo
4- Idem nota 3.
5- Maina, Lucía. Nota aparecida en el diario Puntal.1 de Agosto de 2012. http://www.puntal.com.ar/noticia.php?id=130218
6- Pérez García, Sofía y Medina, Hernán. Ecoportal. 11 de Marzo de 2008. http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Transgenicos/Informe_de_investigacion_sobre_las_operaciones_de_Monsanto_en_Argentina
7- Féliz, Mariano y García, Matías. Nota aparecida en Página/12. 6 de junio de 2011, con el título "Mayor regulación". http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-169551-2011-06-06.html .
8- Diario Día a Día. http://www.diaadia.com.ar/cordoba/sota-anuncia-construccion-autovia-19
9- Idem nota 1.
Fuentes
Municipalidad de Malvinas Argentinas. http://www.ciudadmalvinas.gov.ar/historia-de-la-ciudad/
Robin, Marie-Monique. El mundo según Monsanto.
Gambino, Julio. Nota aparecida en rebelión. 22 de Julio 2012. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=153413&titular=la-crisis-mundial-tambi%E9n-se-siente-en-la-econom%EDa-local-
Montenegro, Raúl A. Ecoportal. Monsanto invade Malvinas Argentinas. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=153449 .
Fuente: Rebelión
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