La Legislatura porteña votó el traslado de centros clandestinos de detención de la Ciudad a Nación, entre ellos la exESMA, y disolvió el ente autárquico Instituto Espacio para la Memoria (IEM). Repudio de organismos defensores de derechos humanos no alineados con el kirchnerismo y partidos de la oposición.
Con los votos del PRO y el bloque kirchnerista, la legislatura porteña votó este jueves el proyecto donde la Ciudad de Buenos Aires cede a la Nación por 30 años el usufructo del predio de la exESMA y de otros cuatro excentros clandestinos de detención (CCD) que funcionaron durante la última dictadura cívico-militar.
También se votó la disolución del Instituto Espacio para la Memoria (IEM), un ente autárquico conformado por diversos organismos defensores de los derechos humanos y una conducción pluralista no alineada con los gobiernos de turno.
El voto PRO-kirchnerista (41 votos positivos, 14 negativos y ninguna abstención) ratificó un acuerdo firmado el 22 de enero de este año por el Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Jorge Capitanich, y la Vice Jefa de gobierno porteña, María Eugenia Vidal.
Del interbloque kirchnerista votaron en contra Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro) y Pablo Ferreyra (Alternativa Popular). Este último apoyó el traslado de los predios, pero manifestó su rechazo a la disolución del IEM.
El Diputado Elio Rebot (PRO) explicó que la iniciativa “es un convenio entre Ciudad y el Estado Nacional debido a la competencia por treinta años de once excentros de detención. Se deroga el Espacio Memoria. Se han previsto una serie de cuestiones al regular el traspaso”. A la vez aseguró que la estabilidad laboral de los trabajadores “estará garantizada”.
La presidenta de la bancada, Gabriela Alegre (FpV), señaló en un comunicado que “estos sitios son emblemas nacionales, por lo que ratificamos y defendemos el pase a la órbita del gobierno nacional”.
En tanto, Aníbal Ibarra, que también se oponía al proyecto, se ausentó de la sesión. El IEM fue creado en 2002 durante su mandato como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, mediante la Ley 961. La función central del organismo era “el resguardo y transmisión de la memoria e historia de los hechos ocurridos durante el Terrorismo de Estado de los años ’70 e inicios de los ’80 hasta la recuperación del Estado de Derecho”.
Votaron en contra los bloques Frente de Izquierda, Confianza Pública, Proyecto Sur, SUMA y Verde Alameda (interbloque Unen).
En las gradas del recinto se ubicaron referentes de organismos defensores de derechos humanos. A Nora de Cortiñas y Elia Espen (Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora) y a José Ernesto Schulman (Liga Argentina por los Derechos del Hombre) se les negó el uso de la palabra, aduciendo “cuestiones reglamentarias”.
En la sesión del 24 de abril, suspendida por falta de quórum oficialista, al Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, también se le negó que dirigiera unas palabras a los diputados porteños.
Según la Agencia Telam, en reemplazo del IEM se creará un “Consejo Asesor en Políticas Públicas de la Memoria”. El mismo “estará integrado por tres representantes del Ejecutivo de la Ciudad, tres de la Legislatura y uno por cada una de las organizaciones sociales de derechos humanos, entre ellas, Abuelas de Plaza de Mayo, APDH, CELS, SERPAJ y Madres-Línea Fundadora”.
Los excentros clandestinos de detención ubicados en territorio porteño que pasarán a depender de la administración nacional son la exESMA, Virrey Cevallos, Atlético, Olimpo y Automotores Orletti.
VOCES EN CONTRA
Desde que se conoció el acuerdo entre el PRO y el kirchnerismo, el proyecto votado este jueves fue rechazado por organismos defensores de derechos humanos no alineados con el kirchnerismo y por partidos opositores.
Una vez que se supo el resultado de la votación, Nora de Cortiñas dijo a la prensa: “Perdimos con dignidad” y “Los que ganaron, llevan indignidad”.
Por su parte, Carlos “Sueco” Lordkipanidse, presidente de la Asociación de exDetenidos Desaparecidos (AEDD) y sobreviviente de la ESMA, reprochó que las Madres de Plaza de Mayo, Nora de Cortiñas y Elia Espen, “solicitaron hacer uso de la palabra” en la Legislatura, pero “fueron rechazadas por una mayoría de 35 votos en contra”. Agregó que “el traspaso de los centros clandestinos de detención votado hoy, quedará marcado como un día doloroso y negro de nuestra historia”.
Víctor Basterra, también sobreviviente de la ESMA, escribió en su Facebook: “Me siento peor que ni sé. Me siento derrotado por gente que creí, ingenuamente, que, por lo menos transitaban la misma vereda aunque no la misma baldosa. Defraudado. Malamente defraudado. Sé que un trampolín es un trampolín, que carece de valores y de principios, sólo es una herramienta para trepar y lograr un salto hacia un cargo más importante. En fin... Sigo siendo ingenuo. Ya veremos. Los milicos y sus socios civiles y eclesiásticos se están refregando las manos. Satisfechos, seguro”.
La Liga Argentina por los Derechos del Hombre, uno de los organismos de derechos humanos integrante del IEM, difundió un comunicado donde subrayó que “Al disolver el IEM y traspasar los Sitios a la Nación se perjudican gravemente las políticas públicas de memoria que pasan a ser políticas de un gobierno, que tendrán su impronta parcial y cambiarán con cada cambio de gobierno”.
La Asociación de Profesionales en Lucha (Apel), presente en el recinto junto a otras organizaciones que integran el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVyJ), sostuvo en un comunicado que ahora “el kirchnerismo estará habilitado a construir su ‘historia oficial’, que nada tendrá que ver con la verdad histórica, porque la defensa de las libertades democráticas y los derechos humanos es incompatible con el nombramiento de (César) Milani, el apoyo de Cristina Fernández de Kirchner a la condenas de los trabajadores petroleros de Las Heras, el Proyecto X y la Ley Antiterrorista”.
“Es evidente que estamos ante otro pacto, esta vez, para la malversación de la memoria histórica”, dijo el legislador porteño Marcelo Ramal (Partido Obrero en el Frente de Izquierda), a la vez señaló que se “manipularon los derechos humanos a cambio de negocios”.
El legislador Alejandro Bodart (MST-Nueva Izquierda) dijo que el gobierno “está desmontando la autarquía e independencia de la memoria”.
Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica en UNEN) afirmó: “Con la entrega del Instituto espacio por la Memoria desaparece una política de Estado de la Ciudad para convertirla en una política del gobierno de turno. Es preocupante”.
También en la negativa, Pablo Bergel (Verde Alameda) repasó la historia del IEM y aseguró la importancia de “mantener la autarquía“. Advirtió que un “futuro gobierno con desmemoria” puede hacer uso a su antojo del espacio.
Finalmente, el 10 de febrero de este año, el Premio Nobel de la Paz y presidente ejecutivo del SERPAJ, Adolfo Pérez Esquivel, como miembro del Consejo Directivo del IEM envió una carta al Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Jorge Capitanich, quejándose de que “entre gallos y medianoches” el gobierno nacional y de la ciudad acordaron “que el IEM pasará por 30 años a manos de la Nación”. Además, “desconocieron a las autoridades del IEM” y “nos enteramos a través de trascendidos informales”, reprochó.
Agregó que “el gobierno nacional y el porteño no soportan organismos autárquicos y autónomos, y buscan someterlo a los caprichos del gobierno nacional. Nos quieren neutralizar”, a la vez que recordó que el IEM estaba “integrado por organismos de derechos humanos, representantes de la Legislatura y personalidades comprometidas en la defensa de los DD.HH, trabajando ‘ad honorem’”.
Asimismo, el 21 de abril pasado, Pérez Esquivel les escribió una carta a los legisladores porteños con el fin de “hacerles un llamado a una profunda reflexión sobre el proyecto de ley de disolución del Instituto Espacio para la Memoria (IEM)” y les pidió que “actúen con dignidad y conciencia crítica, privilegiando los valores fundamentales de la democracia, por encima de la ‘obediencia debida’, que tanto daño le hizo a nuestro pueblo, y voten el rechazo del proyecto”.
Ninguna palabra fue suficiente. El verticalismo acrítico de los partidos oficialistas, prevaleció. Acaso porque el poder se alimenta de acuerdos que ignoran las necesidades y demandas del pueblo. Pero la memoria -como reza la pancarta que acompaña esta nota-, la memoria es del pueblo.
Por Liliana Giambelluca
Fuente: Indymedia
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El traspaso de los espacios de memoria:
“Es una agresión a la lucha por la memoria, la verdad y la justicia que siempre se apoyó en la pluralidad, la autonomía y el respeto de todas las fuerzas y tradiciones. Entre la falta de interés del gobierno local y la falta de visión estratégica del gobierno nacional, al IEM lo disuelven más por sus aciertos que por lo que no tuvo tiempo de realizar”, señaló la Comisión Directiva del IEM, donde participan la APDH, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Hermanos de Desaparecidos y el Serpaj.
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