En diciembre resaltaron dos hechos indígenas importantes en nuestro continente:
El más notable, indudablemente, fue la marcha silenciosa bajo la lluvia, con los puños en alto y los rostros cubiertos, de 40 mil indígenas en cinco ciudades de Chiapas, México. Podemos decir contradictoriamente que fue un silencio estruendoso, pues el «mundo mediático» del sistema que decía que el zapatismo estaba en decadencia y prácticamente ya no existía, se vio obligada a escuchar ese silencio.
La marcha se realizó precisamente el 21 de diciembre, día que los antepasados mayas de los marchantes habían señalado como el inicio de una nueva era, y que los farsantes y negociantes dijeron que habían previsto el fin del mundo. La dirección del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) emitió un breve comunicado:
«¿ESCUCHARON? Es el sonido de su mundo derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo. El día que fue el día era noche. Y noche será el día que será el día.»
Demostraron que estaban vivos y más fuertes. Es natural que esto frene los cobardes ataques del sistema mediante bandas de maleantes a las comunidades de apoyo a los zapatistas. Posteriormente comunicaron que estaban cada vez mejor, en el autogobierno, en vivienda, en salud y educación. También dijeron que iban a tender puentes para coordinar con otros movimientos rebeldes. En este aspecto, naturalmente resalta el movimiento juvenil “Yo soy132” surgido en repudio al actual Presidente Peña Nieto.
El otro movimiento importante es el reciente y combativamente surgido en Canadá: «Idle no more» (no más pasividad). En ese país los indígenas se han puesto a la vanguardia de quienes luchan en defensa del medio ambiente contra la extracción y conducción de petróleo y gas y también contra la minería a cielo abierto.
Es la más fuerte sacudida indígena en muchos años en Canadá, ha recorrido varias ciudades, ha bloqueado carreteras, ha hecho campamentos en lugares públicos y manifestaciones frente a locales gubernamentales. Son dos acontecimientos que nos levantan el ánimo, lo que necesitamos mucho en el Perú, donde la novedad es que el presidente Humala, a sus bien ganados títulos de traidor y asesino, como bien lo sabe Cajamarca, ha agregado el de hipócrita, pues en Europa ha pregonado que su gobierno da prioridad al Agua, cuando lo que hace, como sirviente de empresas extranjeras depredadoras, es asesinar a los defensores del agua y de la vida.
Fuente: Editorial de Lucha Indígena
Lucha Indígena es el periódico fundado y dirigido por el historico referente por la lucha de los pueblos originarios Hugo Blanco.
Desde el portal del periódico se pueden descargar y leer online todas las ediciones.
Edición de enero de 2013 acá.
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