Agricultura familiar, agronegocios y transformación del campo
Existe una idealización de un 70 por ciento del campo como “agricultura familiar”, como destacan dependencias oficiales. Ha habido cambios en ese sector agrario en la expansión de la matriz productiva denominada agronegocio y cuyo paradigma es la soja.
Por Norma Giarracca *
Trabajar sobre la estructura social agraria nunca fue tarea fácil, pues siempre supuso un campo de conflictos y tensiones. Los abundantes estudios históricos y de la sociología rural destacaron siempre el papel importante de los sectores productores capitalistas pequeños y medianos, que estuvieron en condiciones de introducir innovaciones tecnológicas y acumular capital, y que pudo convivir con la gran propiedad terrateniente por una serie de arreglos institucionales que el Estado fue llevando a cabo durante las primeras décadas del siglo XX.
Hoy escuchamos y leemos de fuentes oficiales que ese sector que conceptualizan como “agricultura familiar” puede asimilarse a amplios tipos de pobladores del campo. Dice un informe destinado al registro nacional de agricultura familiar producido por esa Secretaría: “El concepto amplio de agricultura familiar comprende las actividades agrícolas, ganaderas o pecuarias, pesqueras, forestales, las de producción agroindustrial y artesanal, las tradicionales de recolección y el turismo rural. El término agricultores familiares incluye a lo que se nombra en distintas provincias o contextos como pequeño productor, minifundista, campesino, chacarero, colono, mediero, productor familiar y también los campesinos y productores rurales sin tierras, y las comunidades de pueblos originarios”. Para rematar diciendo que es una “forma de vida” y una cuestión cultural.
Es decir, lo define como un concepto tan amplio que no se sabe bien qué es, ya que incluye múltiples sujetos sociales del campo que muy poco tienen que ver unos con los otros. A todo ese amplio conjunto lo ubican como categoría censal en el estrato de productores de “hasta 200 hectáreas”, y Emilio Pérsico mismo, secretario de Agricultura Familiar, afirma que después de un fuerte proceso neoliberal de apropiación de tierra han quedado en el país “unos 250.000 productores de la agricultura familiar y unos 100.000 de la de mercado”; en otras oportunidades el funcionario insiste en que representa el 70 por ciento de la unidades productivas del Censo.